En los últimos años, la «inversión inmobiliaria de impacto» ha ganado relevancia en el mundo financiero y empresarial, ya que representa una nueva forma de abordar los desafíos sociales y ambientales a través de las inversiones. En el sector inmobiliario, esta tendencia ha cobrado fuerza, y cada vez más inversionistas están buscando oportunidades que no solo generen beneficios económicos, sino que también tengan un impacto positivo en la comunidad y el medio ambiente.
¿Qué es la inversión inmobiliaria de impacto?
Por inversión inmobiliaria de impacto entendemos la estrategia de realizar inversiones que busquen generar beneficios financieros pero también sociales o ambientales. Es decir, el foco de la inversión de impacto no sólo está en el retorno financiero, sino que también considera los efectos positivos que dicha inversión puede generar en la calidad de vida de las personas y en la sostenibilidad del entorno.
Este enfoque implica una evaluación más amplia de los proyectos inmobiliarios, en los que se consideran factores como la accesibilidad para todas las personas, la eficiencia energética de los edificios, el uso responsable de los recursos naturales y el impacto positivo en la comunidad local.
¿Por qué es relevante la inversión de impacto en el sector inmobiliario?
En el contexto actual, nos enfrentamos a un gran número de desafíos sociales y ambientales a nivel global. El cambio climático, la desigualdad social, la falta de vivienda asequible y la degradación del medio ambiente son algunos de los problemas urgentes a los que, como sociedad, debemos hacer frente. Y en este sentido, la inversión de impacto en el sector inmobiliario es una herramienta clave para abordar dichos desafíos de manera efectiva.
Algunas de las razones por las que cada vez es más importante el impacto dentro de las estrategias de inversión inmobiliaria son:
- Fomentar la sostenibilidad: apostar por proyectos inmobiliarios sostenibles es fundamental para reducir el impacto ambiental de la construcción y la vida útil del edificio, que suponen el 37% de las emisiones de CO2 a nivel global La inversión de impacto en el sector inmobiliario promueve el desarrollo de inmuebles más eficientes en el uso de energía, el uso de materiales ecológicos y prácticas de construcción respetuosas con el medio ambiente.
- La mejora de comunidades: los proyectos inmobiliarios centrados en el impacto social mejoran la calidad de vida de las personas y sus comunidades locales. Esto incluye la creación de viviendas asequibles, el desarrollo de espacios de relación y el fomento de la inclusión y la diversidad en las áreas urbanas.
- La atracción de inversores conscientes: cada vez más, los inversores buscan alinear sus inversiones con sus valores y metas sociales. La inversión inmobiliaria de impacto ofrece una oportunidad para atraer a profesionales o empresas que desean obtener beneficios financieros y, al mismo tiempo, apostar por un mundo más sostenible y equitativo.
- Legislación y regulación: muchos países están implementando políticas y regulaciones para promover la sostenibilidad y la responsabilidad social en el sector inmobiliario. La inversión de impacto se alinea con estas tendencias y puede facilitar el cumplimiento de las normativas vigentes como la llamada “taxonomía verde europea” que es una vía para que inversores y empresas puedan diferenciar qué proyectos afectan (negativamente) al clima y al medio ambiente.
En un mundo cada vez más consciente de los desafíos globales, la inversión de impacto inmobiliario se posiciona como una opción relevante y prometedora para impulsar un cambio positivo en el sector inmobiliario en concreto y en la sociedad en general.
10 factores a tener en cuenta para evaluar proyectos inmobiliarios de impacto

Analizar y evaluar proyectos inmobiliarios desde la perspectiva del impacto puede ser un proceso complejo y requiere considerar múltiples factores sociales, ambientales y económicos. Algunos consejos y pautas para realizar esta evaluación de manera efectiva:
- Tener claro los objetivos de impacto: antes de analizar un proyecto, es importante establecer objetivos claros en términos de impacto social y ambiental que se desean lograr. Por ejemplo, ¿se busca mejorar la accesibilidad para personas con movilidad reducida? ¿Se prioriza la eficiencia energética en los edificios? Definir estos objetivos ayudará a enfocar el análisis y tomar decisiones coherentes.
- Evaluar el entorno: analizar el contexto social y ambiental en el que se desarrollará el proyecto. Examina aspectos como la necesidad de vivienda asequible en la zona, la disponibilidad de transporte público, el acceso a servicios básicos, y el impacto que podría tener en los recursos naturales y el medio ambiente.
- Evaluar el impacto social: considera cómo el proyecto afectará a la comunidad local. Evalúa si promoverá la inclusión social y la diversidad, si mejorará la calidad de vida de los residentes actuales, si generará empleo en la zona, y si contribuirá a la cohesión social.
- Evaluar el impacto ambiental: realiza un análisis del ciclo de vida del proyecto para evaluar su impacto ambiental desde la construcción hasta la operación y desmantelamiento. Evalúa la eficiencia energética de los edificios, el uso de materiales sostenibles, el manejo de residuos y su contribución a la reducción de emisiones de carbono.
Cuando hablamos de medición de impacto en proyectos inmobiliarios, hacemos referencia al proceso a través del cual nos es factible determinar en qué medida hemos podido generar cambios significativos en las personas y en el planeta a través de nuestra actividad.
- Hacer un análisis económico: evalúa su viabilidad financiera y la rentabilidad esperada. Asegúrate de que los aspectos sociales y ambientales no comprometan la sostenibilidad financiera del proyecto.
- Establecer alianzas y colaboraciones: considera la posibilidad de establecer alianzas con organizaciones locales, ONG o instituciones gubernamentales que puedan aportar conocimientos y recursos adicionales para mejorar el impacto social y ambiental del proyecto.
- Consultar con expertos: si es posible, busca asesoramiento de expertos en sostenibilidad y desarrollo urbano que puedan brindar conocimientos técnicos y experiencia en la evaluación de proyectos inmobiliarios desde una perspectiva de impacto.
- Monitorizar y hacer seguimiento: una vez que el proyecto esté en marcha, establece mecanismos de monitoreo y seguimiento para evaluar continuamente su impacto social y ambiental. Esto permitirá hacer ajustes y mejoras a medida que el proyecto avanza.
- Transparencia y divulgación: comunica claramente los objetivos de impacto del proyecto y los resultados obtenidos. La transparencia y divulgación son fundamentales para generar confianza entre los inversores, la comunidad y otras partes interesadas. Compartir información entre todos genera un mayor impacto y más inmediato gracias al aprendizaje global.
- Aprendizaje continuo: Finalmente, aprende de cada proyecto. Cada experiencia brinda lecciones valiosas que pueden aplicarse en futuros desarrollos para mejorar su impacto social, ambiental y económico.
Al evaluar proyectos inmobiliarios de impacto es esencial adoptar un enfoque holístico con el que estarás contribuyendo a la construcción de un sector inmobiliario más sostenible y responsable con el entorno y la comunidad.